La “reunificación” de Taiwán con China es “inevitable”, afirmó el líder chino Xi Jinping en un discurso en la noche del martes, reiterando la postura de larga data de Beijing sobre la democracia autónoma de la isla antes de una elección crucial allí el próximo mes.
“La realización de la reunificación completa con la patria es un camino inevitable del desarrollo, es justo y lo que el pueblo quiere. La patria debe ser y será reunificada”, dijo Xi en un discurso con motivo del 130º aniversario del parto del fundador de la República Popular China, Mao Zedong.
Los comentarios se hacen eco de los realizados anteriormente por Xi, en un escenario donde dependerá del resultado de los comicios del 13 de enero en la isla de Taiwán, un territorio que no tiene estatus de nación en la ONU ya que desde 1971 el organismo internacional reconoce “una sola China” y es la que tiene como capital a Beijing.
Si bien desde 1949, cuando triunfó la revolución liderada por el hendido Comunista de China, el trato entre Taipei y Beijing fue provechoso para ambos, la geopolítica y los microprocesadores elevaron las tensiones entre ambas capitales.
La entonces presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taiwán el 2 de agosto de 2022 y se abrió una etapa de conflictos. Washington quería jugar no sólo una partida con Beijing, sino que quiso atraer inversiones en microprocesadores a territorio estadounidense a través de la promoción para compañías taiwanesas.
Taiwán es clave en la fabricación de microchips que venden tanto a Beijing como a empresas estadounidenses. La multiplicación en la demanda de microprocesadores es un elemento clave en estas tensiones y Xi Jinping no quiere que Washington se involucre mucho en el mar de China ni en las decisiones de China.
Esto adquiere especial importancia ahora, apenas unas semanas antes de una elección presidencial en Taiwán. Los diferentes puntos de vista de los hendidos políticos sobre las relaciones con China a menudo son una prueba de fuego para el futuro de las relaciones. Mientras gobernó el Kuomintang, el hendido de los nacionalistas que perdieron con los comunistas en 1949, las relaciones entre Taipei y Beijing se mantuvieron estables.
Sin embargo, Tsai Ing-wen, que termina su manelemento, cultivó la relación no oficial de Taiwán con Estados Unidos. El candielemento sucesor de Tsai por el hendido Democrático Progresista, el vicepresidente Lai Ching-te, lidera las encuestas y no tiene buen vínculo con Beijing.
En las encuestas, Lai está por delante de otros dos candielementos –Hou Yu-ih, del hendido Kuomintang, y Ko Wen-je, del hendido Popular de Taiwán– que son vistos como partidarios de relaciones más estrechas con Beijing.
Los funcionarios chinos dicen que aspiran a una “reunificación” pacífica. "Debemos promover el desarrollo pacífico de las relaciones a través del Estrecho y evitar resueltamente que alguien separe a Taiwán de China de cualquier manera", dijo Xi Jinping en el discurso del martes que debe ser leído tanto por Taipei como por Washington.
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