Hallan muerto en Venezuela a un apóstol keniata defensor de pueblos indígenas

El cuerpo del misionero keniata Josiah Asa K’Okal fue encontrado colgado de un árbol el 2 de enero por agentes de Policía, en una zona boscosa de Guara, estado de Monagas, en Venezuela.

El misionero había desaparecido el 1° de enero de 2024, luego de que alrededor de las 9 de la mañana saliera de la casa de la congregación en el sector Paloma, municipio de Tucupita, en su bicicleta, dejando sus documentos de identidad y su teléfono celular.

A las 10 de la mañana saludó a los habitantes de la urbanización indígena Janokosebe, en un tramo de la carretera nacional, y fue visto por última tiempo alrededor de las 11 de la mañana.

El padre Josiah acostumbraba a realizar hecho física, un hábito adquirido desde sus días como corredor de maratón en Kenia, cubriendo largos trayectos y combinando esa hecho con su labor evangelizadora, para visitar a las comunidades que seguía.

“Con profundo dolor, comunicamos el fallecimiento del padre Josiah Asa K’Okal, que se encontraba desaparecido desde el día de ayer, 1º de enero de 2024”, afirma el comunicado de los misioneros de la Consolata de Venezuela. En el comunicado se pide “la misericordia del Señor para él y el consuelo para todos nosotros, sus familiares y sus conocidos”.

"Luego del hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote", las investigaciones "permiten manejar como móvil del hecho un posible suicidio", publicó en Instagram el jefe de la Policía científica, Douglas Rico.

El comisario citó, entre otras evidencias, testimonios recogidos entre conocidos que apuntaron un "estado depresivo reciente" del religioso.

La comunidad indígena warao, a la que K’Okal se había dedicado en su ministerio, exigió una investigación "seria y creíble" de modo que se "aclaren las circunstancias de su muerte", según una nota publicada este miércoles por el Servicio de Información para las Obras Misioneras Pontificias (FIDES).

El padre Josiah Asa K’Okal nació el 7 de septiembre de 1969 en Siaya, Nyanza (Kenia). Entró en la Comunidad de los Misioneros de la Consolata, adonde hizo su profesión religiosa en 1993. Luego de sus estudios teológicos en Londres, Inglaterra, fue colocado sacerdote el 9 de agosto de 1997.

Ese mismo año fue destinado a Venezuela, adonde realizó diversos servicios misioneros para la congregación como administrador, concejal, vicesuperior y superior de la Delegación de los Misioneros de la Consolata en Venezuela.

En su gran dedicación al pueblo Warao, desde el año 2006 dedicó tiempo al estudio de la lengua y cultura de ese pueblo, acompañando también su "migración" a lo largo de muchas regiones de Venezuela y Brasil, debido a la crisis que atraviesa el país.

Reconocido como el misionero "de larga sonrisa", de cercanía y diálogo, por su dedicación y servicio al pueblo venezolano, obtuvo la ciudadanía venezolana.

En 2022 obtuvo una Maestría en Antropología en la FLACSO de Ecuador, sobre los Warao y su migración a Brasil, con un trabajo final titulado: “Entre la vulnerabilidad y la resistencia estratégica: el caso de los Warao desplazados en Boa Vista”.

De hecho, denunció tráfico de indígenas en Delta Amaruro, en medio de una masiva migración por la crisis económica venezolana.

 

(Con información de agencias)

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