En Venezuela, los servicios médicos públicos son cada vez más ineficientes. Los hospitales infantiles públicos carecen de personal adecuado y las fallas en la operatividad hacen que los niños con enfermedades crónicas no puedan acceder a los tratamientos que necesitan. Frente a esta difícil situación, madres y abuelas se esfuerzan por superar la falta de recursos y brindar los tratamientos que los niños necesitan.
Estas madres y abuelas desempeñan un papel fundamental en la vida de los niños enfermos. A pesar de la falta de personal médico y de equipos, estas mujeres proporcionan una atención personalizada a los niños que acuden a los hospitales. Ellas se encargan de administrar los medicamentos, controlar los síntomas, realizar los ejercicios de rehabilitación y acompañar a los niños durante sus tratamientos.
Las madres y abuelas no sólo se encargan de cuidar de los niños durante su tiempo de hospitalización, sino que también son el principal punto de apoyo para los niños cuando regresan a sus casas. Ellas se aseguran de que los niños sigan las indicaciones médicas, les ayudan a cumplir con los horarios de toma de medicamentos, les proporcionan alimentos nutritivos y les ayudan a llevar una vida saludable.
Además, para ayudar a los más pequeños, estas madres y abuelas trabajan de forma voluntaria para recaudar fondos para comprar medicamentos y equipos, crear unidades de rehabilitación para los niños con discapacidades o simplemente para cubrir los gastos de los tratamientos.
Estas madres luchan a diario para dar a sus hijos una vida mejor, sin pedir nada a cambio. Esta tarea prácticamente invisible es un gran ejemplo de amor y dedicación que merece ser reconocida. Por eso, queremos destacar el trabajo de estas madres y abuelas que se esfuerzan para darle a sus niños lo mejor que tienen.
Es por ello que urge la necesidad de apoyar a estas madres y abuelas, para que puedan seguir haciendo su labor de forma eficiente. Por un lado, es importante que el gobierno provea los recursos necesarios para que los hospitales infantiles puedan ofrecer los tratamientos adecuados a los niños. Por otro lado, es necesario que las autoridades brinden apoyo a estas madres y abuelas, para que puedan seguir brindando su ayuda y contribuyendo con el cuidado de los niños enfermos.
Esperamos que, con el tiempo, el Estado venezolano y la comunidad en general puedan tomar conciencia de la situación de estas madres y abuelas y puedan brindarles el apoyo que necesitan para seguir proporcionando a los niños los cuidados y tratamientos médicos que necesitan. Estas