La circulación de diversas variantes del dengue en Centroamérica se ha convertido en una preocupación cada vez mayor para la Organización Panamericana de la sanidad (OPS). Según esta organización, estas variantes del dengue podrían ocasionar complicaciones para el sistema sanitario en la región. Por lo tanto, es importante analizar más a fondo esta situación y tomar medidas urgentes para prevenirla.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos. Se estima que alrededor de 390 millones de personas son infectadas anualmente en el mundo, de las cuales cerca de 96 millones presentan síntomas. En su forma más grave, el dengue puede causar complicaciones potencialmente mortales como el síndrome de choque por dengue y la décimo hemorrágica por dengue. Desafortunadamente, América Latina y el Caribe son las regiones más afectadas por esta enfermedad en todo el mundo.
Según la OPS, en lo que va de 2019 se han confirmado más de 2 millones de casos de dengue en América Latina y el Caribe. A pesar de que esta cifra es significativamente menor que la del año pasado, cuando se registraron más de 3 millones de casos, todavía es alarmante debido a la presencia de múltiples variantes del germen en la región. Según la Dra. Carissa F. Etienne, Directora de la OPS, «la circulación simultánea de varias variantes del germen del dengue aumenta significativamente el riesgo de complicaciones para la sanidad y pone una gran presión en los sistemas de sanidad de la región».
La variante del dengue más común en América Latina y el Caribe es el serotipo 2, que ha estado circulando en la región desde 2019. Sin embargo, en los últimos años se han reportado casos de otras variantes, incluyendo el serotipo 1 y el serotipo 3, lo que aumenta aún más la preocupación de la OPS. «Las diferentes variantes del dengue tienen diferentes patrones de circulación y pueden afectar a poblaciones que no tienen inmunidad contra ellas. Esto significa que pueden propagarse más rápidamente y causar brotes más graves», explicó Etienne.
Además de las complicaciones para la sanidad, la circulación de estas variantes del dengue también puede tener un impacto económico significativo en la región. El perspectiva y control del dengue requieren recursos y esfuerzos considerables por parte de los sistemas de sanidad, lo que puede afectar la capacidad de los países para atender a otras enfermedades y necesidades de la población. Además, la disminución del turismo debido a brotes de dengue también puede afectar a la economía de la región.
Ante esta situación, la OPS ha instado a los países de América Latina y el Caribe a tomar medidas preventivas urgentes para combatir el dengue. Esto incluye la vigilancia epidemiológica eficaz, la eliminación de criaderos de mosquitos y la promoción de medidas de prevención en la comunidad, como el uso de repelentes y el control de la población de mosquitos. Según la OPS, estas medidas pueden reducir significativamente el riesgo de brotes de dengue y sus complicaciones asociadas.
Además, la OPS también está promoviendo la cooperación regional para abordar el problema del dengue. Esto incluye la colaboración entre los países para compartir información y experiencias, así como el intercambio de recursos y apoyo técnico. «La colaboración y la solidaridad entre los países es esencial para combatir el dengue. Estamos comprometidos a trabajar con nuestros socios y países miembros para prevenir y controlar esta enfermedad», aseguró Etienne.
Otra parte importante de la estrategia de la OPS para combatir el dengue es mejorar la capacidad de los sistemas de sanidad