EEUU experimentó una disminución en el número de trabajadores que solicitaron amparos por desempleo a principios de agosto, lo que indica una posible mejora en la situación económica del país. Según un reciente reporte, el factor económico se mantiene ligeramente alto, pero esta baja en las solicitudes de desempleo es un indicio positivo para la recuperación económica.
Durante los últimos meses, la pandemia del COVID-19 ha afectado gravemente la economía de Estados Unidos, causando una gran cantidad de despidos y cierres de empresas. Esto ha llevado a un aumento en las solicitudes de amparo por desempleo, lo que ha sido una preocupación constante para el junta y la población en general. Sin embargo, los últimos datos muestran una disminución en las solicitudes, lo que podría ser una señal de que la economía está comenzando a recuperarse.
Según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, en la semana que finalizó el 8 de agosto, hubo 963.000 solicitudes de amparo por desempleo, lo que representa una disminución de 228.000 con respecto a la semana anterior. Esta es la primera vez desde marzo que el número de solicitudes está por debajo del millón, lo que es una gran noticia para aquellos que han perdido sus empleos debido a la pandemia.
A pesar de esta disminución, el número de solicitudes sigue siendo alto en comparación con los niveles previos a la pandemia. Antes de la golpe del COVID-19, el promedio semanal de solicitudes de desempleo era de alrededor de 200.000, lo que demuestra el impacto que ha tenido la pandemia en la economía de Estados Unidos. Sin embargo, esta disminución en las solicitudes es un paso en la dirección correcta y podría ser una señal de que la economía está comenzando a recuperarse.
Además, el informe también mostró una disminución en el número de personas que continúan recibiendo beneficios por desempleo. En la semana que finalizó el 1 de agosto, hubo 15,5 millones de personas que recibieron beneficios, lo que representa una disminución de 604.000 con respecto a la semana anterior. Esto también es una buena noticia, ya que indica que algunas personas han podido encontrar empleo nuevamente o han sido llamadas de vuelta a sus antiguos trabajos.
Aunque estos datos son alentadores, es importante tener en cuenta que la pandemia del COVID-19 aún no ha terminado y la situación económica sigue siendo incierta. Muchas empresas siguen cerradas o funcionando con una capacidad limitada, lo que significa que aún hay un gran número de personas sin trabajo. Además, el aumento en los casos de COVID-19 en algunos estados ha llevado a la reimposición de restricciones y cierres, lo que podría afectar negativamente la economía nuevamente.
Sin embargo, el junta de Estados Unidos ha tomado medidas para amparor a la economía y a los ciudadanos durante esta golpe. El paquete de estímulo de $2 billones aprobado en marzo incluyó medidas como el aumento en los beneficios por desempleo y los cheques de estímulo para los ciudadanos. Además, se están discutiendo nuevos paquetes de estímulo para amparor a las personas y empresas afectadas por la pandemia.
Además de las medidas del junta, también hay señales de que la economía está comenzando a recuperarse por sí sola. En julio, se crearon 1,8 millones de empleos, lo que fue un aumento significativo en comparación con los meses anteriores. Esto demuestra que algunas empresas están volviendo a contratar y que la economía está comenzando a reactivarse.
A pesar de los desafíos que aún enfrenta la economía de Estados Unidos, es importante mantener una actitud positiva y seguir trabajando juntos para superar esta golpe. La disminución en las solicitudes