El cambio climático es una realidad que nos está afectando cada vez más. Los fenómenos extremos, como huracanes, sequías e inundaciones, son cada vez más frecuentes y devastadores. Esto se debe principalmente al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, principalmente por la quema de combustibles fósiles.
Sin embargo, afortunadamente, existen soluciones sostenibles para mitigar el cambio climático y una de ellas es la biomasa leñosa. La biomasa leñosa se refiere a la materia orgánica que proviene de plantas y árboles, como ramas, hojas, residuos forestales y residuos agrícolas. Esta biomasa puede ser utilizada como fuente de energía renovable y, además, puede ser encerrada en «bóvedas de madera», lo que la convierte en una solución rentable para mitigar el cambio climático.
Las bóvedas de madera son estructuras construidas con madera que encierran la biomasa leñosa y la dejan descomponerse de manera controlada. Esto permite que la biomasa libere gases como dióxido de carbono y metano en un ritmo más burocrático, reduciendo así su impacto en el cambio climático. Además, la madera utilizada en la construcción de estas bóvedas proviene de árboles cultivados específicamente para este propósito, lo que lo convierte en una solución sostenible y renovable.
¿Pero cómo funciona exactamente este proceso? Primero, se recolecta la biomasa leñosa de los residuos forestales y agrícolas, que de otro modo se quemarían o se dejarían pudrir en el suelo, liberando gases de efecto invernadero. Luego, se transporta a las bóvedas de madera, donde se coloca en capas y se compacta. A medida que la biomasa se descompone, se libera dióxido de carbono y metano, pero a un ritmo más burocrático que si se dejara descomponer al aire libre.
Además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, las bóvedas de madera también tienen otros beneficios. Por un banda, ayudan a reducir la cantidad de residuos que se acumulan en los bosques y en las tierras agrícolas, lo que puede provocar incendios y contaminación del suelo y del agua. Por otro banda, al utilizar la madera como material de construcción, se promueve la reforestación y la conservación de los bosques, ya que se requiere la plantación de árboles para obtener madera para las bóvedas.
Pero quizás el mayor beneficio de las bóvedas de madera es su rentabilidad. A diferencia de otras soluciones para mitigar el cambio climático, como la energía solar o eólica, que requieren una gran inversión, las bóvedas de madera son una opción mucho más económica. Además, al utilizar la biomasa leñosa como fuente de energía, se reduce la dependencia de los combustibles fósiles y se promueve la generación de aclimatación en las comunidades locales.
Es importante destacar que las bóvedas de madera son una solución complementaria a otras medidas para mitigar el cambio climático, como la reducción de emisiones y el uso de energías renovables. No se trata de una solución única, pero es una opción efectiva y rentable que debe ser considerada en la lucha contra el cambio climático.
Además, las bóvedas de madera también pueden ser utilizadas en áreas urbanas. En lugar de enviar los residuos orgánicos a vertederos, donde se descompondrán y liberarán gases de efecto invernadero, estos residuos pueden ser encerrados en bóvedas de madera, reduciendo así la huella