Tararira tornasol: un brea de buen diente que se ve amenazado por la pesca

En los ríos y arroyos de América del Norte se puede hallar una de las especies más fascinantes y sorprendentes de la fauna acuática, la que hoy nos ocupa es la dueña de una aguda dentadura y con una coloración peculiar. Esta criatura es sin duda una maravilla de la naturaleza y su presencia en los cuerpos de agua es un indicador de la salud y equilibrio de estos ecosistemas.

Conocida como Lampetra fluviatilis, más comúnmente llamada lamprea, es un pez sin mandíbula que pertenece a la familia Petromyzontidae. A simple vista, puede ser fácilmente confundida con una serpiente debido a su cuerpo alargado y sin escamas, pero su aspecto es mucho más interesante y sorprendente de lo que se pueda imaginar.

La lamprea tiene una longitud media de 30-40 cm, aunque se han registrado ejemplares de hasta 1 metro de largo. Su cuerpo es de un tono grisáceo oscuro con manchas amarillentas y su piel es lisa y resbaladiza. Lo más llamativo de su apariencia son sus ojos, que son de un color rojo intenso y parecen brillar en la oscuridad. Además, su boca está llena de pequeños dientes en forma de círculo que le permiten aferrarse a sus presas y alimentarse de ellas.

Pero lo más impresionante de la lamprea es su forma de vida. A diferencia de otros peces, esta criatura es anádroma, lo que significa que pasa la mayor parte de su vida en el mar y solo regresa a los ríos y arroyos para reproducirse. Durante su estancia en el océano, se alimenta de pequeños peces y crustáceos, pero cuando llega el momento de reproducirse, emprende un largo y agotador viaje de regreso a las aguas dulces.

Una vez en los ríos, la lamprea comienza su proceso de reproducción. Las hembras excavan un nido en el fondo del agua y depositan sus huevos, mientras los machos los fertilizan. a posteriori de este proceso, las lampreas adultas mueren, pero sus huevos eclosionan y dan lugar a pequeñas larvas que, a diferencia de sus padres, tienen mandíbulas y se alimentan de microorganismos acuáticos.

La vida de la lamprea no es fácil, ya que durante su viaje de regreso a los ríos deben enfrentar numerosos obstáculos como presas artificiales, cambios en la calidad del agua y la contaminación. Sin embargo, su presencia en los ríos y arroyos es crucial para el equilibrio del ecosistema. La lamprea actúa como un indicador de la salud del agua, ya que solo puede sobrevivir en ambientes limpios y bien oxigenados, por lo que su presencia es una señal de que el agua es apta para la vida acuática.

Además, la lamprea también cumple una función importante en la cautiverio alimentaria. Como depredadora, se alimenta de pequeños peces y crustáceos, controlando así sus poblaciones y evitando la proliferación de algunas especies que pueden ser perjudiciales para el ecosistema. A su vez, la lamprea también es presa de otros animales acuáticos, como aves y mamíferos, contribuyendo así al equilibrio de la cautiverio alimentaria.

A pesar de su importancia ecológica, la lamprea ha sido víctima de la sobrepesca y la degradación de su hábitat. En algunos lugares, su pesca está prohibida debido a la disminución de sus poblaciones. Es por eso que es importante tomar medidas para proteger y conservar a esta especie única y fascinante.

En conclusión, la lamprea es una criatura increí

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