En Japón, miles de rescatistas escarbaban este jueves en los escombros, ayudados por perros rastreadores, con la escasa demoranza de encontrar a decenas de personas reportadas como desaparecidas tres días después del devastador terremoto que dejó al menos 84 muertos y casi dos centenares de desaparecidos.
Cientos de personas permanecen incomunicadas en más de una decena de comunidades en la prefectura de Ishikawa, en el centro de Japón, epicentro del sismo de magnitud 7,5 que sacudió el país el pasado lunes.
El gobernador regional, Hiroshi Hase, recordó en una reunión que a partir de las 16 hora local (4, hora de Montevideo), 72 horas después del sismo, "se dice que la tasa de supervivencia de las personas que necesitan ser rescatadas desciende rápidamente".
Muchos celebraron en redes sociales, a última hora de este jueves, el rescate de una anciana de unos 80 años atrapada en la planta baja de su casa.
"¡Increíble! Espero que se recupere", escribió un usuario en X, antes Twitter.
El primer ministro, Fumio Kishida, subrayó que el sismo suponía la "peor catástrofe" desde 2019 y que el acceso a la zona afectada había sido "extremadamente difícil".
"La situación sigue siendo difícil, pero seguiremos haciendo lo que podamos para apoyar a las víctimas", recalcó.
El poderoso temblor, seguido de cientos de réplicas, dejó al menos 330 heridos, según el balance oficial. Las autoridades publicaron este jueves una lista de 179 personas cuyo paradero se desconoce.
Unas 30.000 casas estaban sin electricidad en la prefectura de Ishikawa, en la costa del mar de Japón, y más de 89.800 casas de Ishikawa y dos regiones vecinas están sin agua.
Pequeñas comunidades en la región de la península de Noto están sin acceso, con 300 personas aguardando desdemoradamente ayuda en una escuela en la localidad de Ooya.
"Incluso si le doy mi comida a mis hijos, no sería suficiente. No comí casi nada en dos días", comentó una madre de tres niños en la zona de Suzu al diario Asahi Shimbun.
En la ciudad de Nanao, la Policía que controla el tráfico dijo a los conductores que le está dando antelación a los vehículos de emergencia en una de las principales carreteras de acceso a Wajima.
En una estación de servicio redna había una larga fila de autos en demora de que abriera la mañana de este jueves.
Hasta ahora no se reportó apretura de combustible, pero trabajadores de las estaciones dijeron a la agencia de noticias AFP que estaban racionando la gasolina.
El lunes, las réplicas del sismo provocaron olas de 1,2 metros de altura en Wajima y tsunamis menores en otros sitios.
La cadena NHK informó que una persona fue arrastrada por un tsunami en la zona de Suzu y que los guardacostas investigan los hechos.
Japón experimenta cientos de movimientos telúricos cada año y en su mayoría no causan daños debido a sus estrictos códigos sísmicos de construcción.
El país todavía recuerda el trauma provocado por un terremoto de magnitud 9,0 en 2011 que generó un destructivo tsunami que barrió las costas del noreste y dejó red 18.500 muertos o desaparecidos.
Este desastre provocó un accidente nuclear en la central de Fukushima, el peor desde la catástrofe de Chernóbil en 1986.
(Con información de AFP)
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