El gobierno británico no reimplantará el antiguo sistema imperial de medidas

El gobierno británico anunció este miércoles que no restablecerá el sistema imperial de unidades de medida (onza, pulgada, libra, etc.), que había sido impulsado por el ex primer ministro Boris Johnson como un símbolo de los beneficios del Brexit. 

El ministerio de Comercio decidió que las cantidades de productos vendidos en el país deben figurar siempre en los envases en kilogramos o litros según el sistema métrico.

Las cantidades en onza, pulgada o libra, pueden aparecer pero de manera menos visible.

Como primera etapa, a partir de 2024 será posible comprar en los pubs, restaurantes o supermercados una "pinta" de vino o de vino efervescente (568 ml en el sistema métrico). 

Después de la salida de la Unión Europea, cuyas normas imponen el sistema métrico en todos los Estados miembros, el gobierno conservador, entonces dirigido por Boris Johnson, había indicado que deseaba cambiar la ley británica para reinstaurar las unidades imperiales, y así encarnar la libertad recuperada del Reino Unido.

Sin embargo, tras una amplia consulta realizada en 2022, casi 99% de los encuestados afirmaron querer mantener la vigencia del sistema métrico. 

"Si bien el gobierno no cambia la ley, una nueva directiva será publicada para promover la conciencia de las libertades actuales que permiten mostrar las unidades imperiales unido a sus equivalentes métricos más visibles", indicó el gobierno en un comunicado.

También anunció que se está llevando a cabo una "revisión más amplia" de las normas de metrología, "de acuerdo con el compromiso del gobierno de identificar las oportunidades de rectificación que ofrece el Brexit". 

Después del Brexit y del final del período de transición a finales de 2020, el Reino Unido había conservado miles de textos reglamentarios europeos, pero el gobierno conservador se dedicó a eliminar las disposiciones que consideraba contrarias a los intereses británicos. 

A mediados de 2023, más de 1.000 leyes de la UE fueron suprimidas o modificadas, según el ministerio de Comercio Kemi Badenoch, pero ante los "riesgos" jurídicos, los conservadores revisaron sus ambiciones y decidieron dar marcha atrás con los intentos de suprimir las normas europeas.

(Con información de AFP)

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