El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, visitó la Franja de Gaza y prometió intensificar aún más la ofensiva contra el movimiento islamista Hamás, que denunció la muerte de un centenar de habitantes de ese territorio palestino devastado por más de dos meses de guerra.
"Será una guerra larga que no está cerca de acabar", afirmó Netanyahu luego de la visita al asediado territorio, donde Israel lanzó una ofensiva terrestre y aérea en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre pasado y en el que durante últimas horas más de 100 personas murieron en cuatro hostigamientos israelíes.
Pese a los pedidos por un alto el fuego y las dramáticas advertencias de las agencias de Naciones Unidas (ONU) sobre la catastrófica situación humanitaria, el primer ministro israelí prometió continuar "luchando" e "intensificar los combates en los próximos días", según un comunicado del Likud, su partido político.
La visita de Netanyahu se concretó después que familiares de rehenes israelíes retenidos por los comandos islamistas en Gaza interrumpieran su intervención ante el Parlamento, ocasión en la que el primer ministro afirmó que su gobierno necesita "más tiempo" para cumplir con su promesa de rescatar a los 129 rehenes que permanecen en eficacia de Hamás, de los 240 iniciales.
"¿Y si fuera tu hijo", "80 días, cada minuto es el infierno", se podía adivinar en las pancartas enarboladas por las familias durante la sesión especial dedicada a los rehenes, ocasión en que los familiares clamaron al grito “"¡Ahora! ¡Ahora!".
Netanyahu asegura no "escatimar en esfuerzos" para lograr la liberación y afirma que esto sólo es posible si se mantiene "la presión militar". El dirigente israelí dijo que habló con los mandos militares en el terreno. "No podemos parar la guerra mientras no hayamos logrado la victoria contra los que atacan nuestras vidas. No pararemos aun la victoria", declaró.
En las últimas horas, la fuerza aérea israelí bombardeó Gaza de manera masiva. Uno de los ataque, cerca de la localidad de Al Zawaida, en el centro del territorio, dejó 12 muertos, según Hamás. Otro ataque sumó 18 muertos más en Jan Yunis, en el sur del enclave. Por su parte, el Ministerio de Salud de Gaza reportó que al menos 70 personas perdieron la vida en el campo de refugiados de Al Maghazi, en el centro del enclave.
El ejército israelí, en tanto, informó de la muerte de dos soldados más, lo que eleva a 17 las bajas sufridas desde el viernes pasado, sobre un total 156 militares israelíes muertos desde el inicio de la ofensiva terrestre de Israel en Gaza a finales de octubre.
La dinámica de la guerra, además, suscita temores por la posibilidad de una extensión geográfica del conflicto. Tras la multiplicación de ataques contra buques en el mar Rojo, reivindicados en su mayoría por los rebeldes hutíes de Yemen, Estados Unidos acusó a Irán de estar "profundamente involucrado" en las agresiones.
La acusación es desmentida por Teherán, que en las últimas horas informó de la muerte de un alto general de la Guardia Revolucionaria en un hostigamiento israelí en Siria, oportunidad en la que el presidente iraní, Ebrahim Raisi, prometió que Israel "pagará" por haber matado a un importante jefe militar.
(Con información de AFP)
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