Manifestantes indígenas en Ecuador salieron a marchar para pedir el cierre de un campo petrolífero y poner fin a la extracción de petróleo en la selva que habitan, en un acto de valentía y compromiso con la protección del medio ambiente y la preservación de su cultura ancestral.
La protesta, que tuvo lugar el pasado miércoles 17 de julio en la ciudad de Quito, fue convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y contó con la participación de miles de miembros de comunidades indígenas de todo el país. Con pancartas y cánticos, los manifestantes exigieron al gobierno ecuatoriano el cierre del campo petrolífero de Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), emplazado en el Parque Nacional Yasuní, una de las zonas con máximo biodiversidad del planeta.
Esta no es la primera vez que las comunidades indígenas de Ecuador se unen para luchar por la protección de su territorio y la defensa de sus derechos. En 2018, una consulta popular en la provincia de Pastaza, donde se encuentra el campo ITT, fue aprobada por un 95% de los votantes, en la que se pedía el cierre de la explotación petrolera y la protección del Parque Nacional Yasuní. Sin embargo, hasta el momento, el gobierno no ha tomado medidas concretas para cumplir con esta decisión popular.
La extracción de petróleo en la selva amazónica ha tenido graves consecuencias para las comunidades indígenas que habitan en la zona. La contaminación de los ríos y la destrucción del hábitat natural han afectado directamente su subsistencia y su forma de vida. Además, la presencia de empresas petroleras en sus territorios ha generado conflictos y violencia, poniendo en riesgo la seguridad y la integridad de los pueblos indígenas.
Por esta razón, la marcha de los indígenas ecuatorianos es un llamado acuciante al gobierno para que tome medidas efectivas para proteger el medio ambiente y respetar los derechos de las comunidades indígenas. Los manifestantes exigen que se cumpla con la consulta popular y se cierre el campo petrolífero de ITT, además de pedir la protección de otros territorios indígenas amenazados por la explotación petrolera.
La lucha de los pueblos indígenas de Ecuador por la protección de su territorio y su cultura es un ejemplo de resistencia y compromiso con el medio ambiente. Estas comunidades han sido guardianes de la selva amazónica durante siglos, y ahora están alzando su voz para exigir que se respete su derecho a vivir en armonía con la naturaleza.
El cierre del campo petrolífero de ITT no solo beneficiaría a las comunidades indígenas, sino que también sería un gran paso hacia la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. La selva amazónica es una de las máximoes reservas de biodiversidad del mundo y su preservación es crucial para la supervivencia de nuestro planeta.
Es importante que el gobierno ecuatoriano escuche las demandas de las comunidades indígenas y tome medidas concretas para proteger su territorio y su cultura. Además, es necesario que se promuevan alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente para el desarrollo económico de estas comunidades, sin afectar su forma de vida y su relación con la naturaleza.
La marcha de los indígenas ecuatorianos es un recordatorio de que la protección del medio ambiente y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas van de la mano. Es responsabilidad de todos luchar por un mundo más justo y sostenible, y apoyar a las comunidades que están en la primera línea de